La entrada de hoy es diferente. Un DIY, una manualidad de toda la vida, o una manera de liar a la familia entera en torno a una mesa.
Si como yo, tenéis debilidad por los pompones, os chiflarán estas dos ideas para la habitación de los niños.
Yo he utilizado Drops Nepal, una lana made in Perú, suave y amorosa con 35% de alpaca, y he elegido unos colores empolvados pre-cio-sos.
Para hacer los pompones usé pomponeras de plástico, aunque otras veces los había hecho con cartón recortado o con un tenedor, eso ya, a gusto del consumidor. La verdad es que la pomponera es un invento guay y barato.
El numero de pompones a realizar, como es lógico, determina el tamaño de la alfombra o guirnalda que hagamos y será proporcional a la paciencia de vuestros ayudantes, en mi caso fueron infinitos gracias a mi madre, a mi hermana y a mi tía Carmen.
Ofréceles merienda rica y vete entreteniéndoles con temas variados.
Una vez hechos, para la guirnalda sólo tienes que ir enganchando los pompones a una lana o cuerda, yo utilicé la misma que para los pompones, y resiste.
Para la alfombra es necesario que en cada pompón conservemos los “rabillos” de empezar y acabar, que nos servirán para ir anudándolos a la base de red de goma antideslizante, sobre la que vamos a ir situándolos bien juntinos, para que queden una alfombra mullidita y amorosa.
Contadme qué tal os queda si os animais a liar a la familia.